Pues sigue el recorrido.
Como les decía, la ciudad estaba llena de gente vestida con sus mejores galas militares, llenos de medallas y condecoraciones, algunos de bombín, en fin, que vimos de todo.
Caminamos un rato por los jardines que rodean el Palacio de Buckingham, que en otoño nos recordó a los colores hermosos de Canadá.
Al cruzar el puente, miren qué belleza, con el palacio al fondo:
Otro recorrido que nos gustó mucho fue el de la "City", la parte vieja de la ciudad.
Allí me enteré del gran incendio que arrasó con esta zona. Les comparto un poco de historia:
El Gran Incendio de Londres fue un fuego devastador que arrasó la ciudad de Londres en Inglaterra desde el 2 hasta el 5 de septiembre de 1666. El fuego destruyó el centro de la ciudad medieval dentro de la vieja muralla romana de Londres. Amenazó, pero no llegó, al nuevo distrito aristocrático de Westminster, el palacio real de Whitehall y la mayoría de los asentamientos suburbanos de Londres.1
Fue una de las mayores calamidades de la historia de Londres. Destruyó 13 200 casas, 87 iglesias parroquiales, 44 antiguas Casas Gremiales, la «Royal Exchange», la Casa de Aduanas, la Catedral de San Pablo, el ayuntamiento de Londres, el palacio correccional del centro medieval y otras prisiones, cuatro puentes sobre los ríos Támesis y Fleet, y tres puertas de la ciudad. Dejó sin hogar a unas 80 000 personas, un sexto de los habitantes de la ciudad en ese momento. La cifra de muertes por el incendio es desconocida, y se pensaba que había sido bastante pequeña porque solo algunas muertes fueron registradas. Este razonamiento ha sido desafiado recientemente considerando que las muertes de pobres y de personas de clase media no fueron registradas, y que el calor pudo haber incinerado a muchas víctimas sin dejar restos reconocibles.
El fuego se desató en la madrugada del 2 de septiembre de 1666. Comenzó en la panadería de Thomas Farriner (o Farynor) en Pudding Lane (Calle del Budín, en inglés), poco después de la medianoche del domingo, y se extendió rápidamente. El uso de la principal técnica contra incendios de la época, la creación de cortafuegos por medio de demoliciones, fue retrasado debido a indecisiones del Alcalde Mayor de Londres, Sir Thomas Bloodworth. Para cuando fueron ordenadas las demoliciones a gran escala en la noche del domingo, el viento ya había convertido el fuego de la casa en una tormenta ígnea que venció tales medidas.
Detalle de una pintura de 1666 del Gran Incendio de Londres de un artista desconocido, representando el incendio como pudo haber sido observado desde un barco. La Torre de Londres está a la derecha y el Puente de Londres a la izquierda, con la Catedral de San Pablo al fondo, rodeada por las llamas más altas.
El símbolo de la Vieja Ciudad es el Dragón, y hay varios que custodian esta milla cuadrada.
No conozco Buenos Aires, pero ahora me enteré que tiene su Ciudad Autónoma, igual que Londres tiene su City. Y la Reina tiene que pedir permiso para entrar.
Es durante el “Espectáculo del Lord Major“, un desfile anual en el que celebran la elección de un nuevo alcalde, que se pasea por La City en una carroza de oro con más de dos siglos de antigüedad. Pero uno de los momentos más esperados, ya sea por ritual o demostración de poder, es cuando la Reina le pide permiso al Alcalde para poder ingresar a la milla cuadrada, para presenciar el evento.
Esta milla cuadrada conforma el centro financiero más importante de toda Europa. Esta porción de cuadras tiene su propia autonomía desde el año 886, y se rige con sus propios impuestos, alcalde, policías y normativas. La City lleva como símbolo el dragón, que son sus guardianes e indican las diferentes puertas de acceso a la misma.
Fue también la zona de los principales periódicos (que se han ido saliendo del barrio por cuestiones logísticas, y me imagino también porque el costo del metro cuadrado debe ser impagable), y de los abogados.
Una de las tardes soleadas subimos al piso 32 de la torre Shard, donde hay algunos restaurantes muy recomendables.
Nos tomamos una copa con Ane y Eulalia, y disfrutamos de un momento muy especial.
Aunque uno puede subir al mirador, en el piso 105, con esta altura nos conformamos, la vista no puede ser más hermosa, incluso desde el baño:
Y miren el pasillo del restaurante (el Hutong):
Todo un arte este lugar...
Aquí a la salida, frente a una figura que creímos que podría ser Shiva.
De allí nos fuimos a caminar por la zona de Covent Garden, y aunque no fuimos a la Ópera, nos encantó el barrio del tal manera, que si algún día volvemos, nos gustaría hospedarnos por allí.
Aún ya oscurecido, el Apple Market estaba a todo lo que daba.
Y aquí esta bella escultura, en una pequeña placita, al paso...
Aquí otra, dedicada a Ágatha Christie:
Y para terminar con esta segunda parte, la imagen de la estación de San Pancracio, que es una joya:
Besos antiguos.
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