domingo, 19 de noviembre de 2017

Toulouse

Queridos,

Como las reseñas del Crucero del Báltico estuvieron separadas, una por cada escala, estoy un poco atrasada de noticias, dado que seguimos de pata de perro, aprovechando salidas que tiene Ramón por trabajo, o simplemente, como verán en las siguientes, mi afán de que la vida no se vaya en vano...

Ramón tuvo una reunión en esta maravillosa ciudad, y dado que era mi cumpleaños, nos lanzamos juntos para conocerla. Como bien saben, los trenes en Europa se pintan solos, y en especial este, el nuevo TGV que va de París a Burdeos en ¡ dos horas ! A más de 300 kilómetros por hora. Uno siente que va a despegar. Luego se desvía a Toulouse, ya más lento (180 km/hr), pero en poco más de tres horas y media habíamos hecho el recorrido.

La ciudad es la capital de la aviación europea, ahí se encuentra la sede de Airbus, empresa en donde participan Francia, España, Gran Bretaña y Alemania.


Esta imagen, tomada de la red, muestra la inmensidad de la fábrica, y junto se encuentra el Museo de la Aviación. Nosotros no lo visitamos, pero me encantaría hacerlo algún día.

Lo primero que hicimos fue buscar un barquito que nos llevara por los canales. Para festejar mi cumpleaños encontramos uno que daba la vuelta y además se podía comer. Muy agradable. El recorrido no muestra edificios tan bonitos porque no va por el centro, pero el paisaje de los canales es muy lindo:





En el camino me gustó ver una muchacha con un libro en la mano, como hace años, (hace tiempo que los jóvenes más bien tienen los ojos puestos en las pantallas).



Esta siguiente foto, que parece sin chiste, observen  cómo el canal pasa por arriba de la carretera, lo cual es extraño:


Al otro día tomamos otro barco, más grande, que zarpa del río Garona, que nos mostró algunos edificios interesantes. Aquí abajo el Hôtel-Dieu Saint-Jacques, un hospital que empezó a funcionar en el siglo XII, y tuvo dos grandes ampliaciones en los siglos XVII u XVIII.  Esta foto salió con el sol en contra, dada la hora del recorrido,



 pero les comparto una preciosa que tomé de la red, donde se ve de noche:



Esta imagen es el Dôme des Graves, parte del hospital. Por cierto, este sirvió durante la Edad Media, para albergar a los enfermos de peste, en 1647.



Este puente es especial porque está construido con ojos de buey de diferentes tamaños, y según lo que nos explicaron, eso lo hacía más resistente a las corrientes del río que pueden llegar a ser muy fuertes, de hecho, es el único puente que ha resistido a las crecidas, que han sido muchas (todos los demás puentes se destruyeron):



El barco entra después en el Canal du Midi, del que les cuento un poco de historia:

Su construcción duró quince años, de 1666 a 1681, supervisada por Pierre-Paul Riquet y bajo el reinado de Louis XIV.
Es el canal más antiguo de Europa aún en funcionamiento. Con una longitud de 240 km de Toulouse  al Mar Mediterráneo, el Canal du Midi fue el proyecto más grande de su tiempo y sigue siendo uno de los mayores logros de la ingeniería civil.
Requirió la movilización de alrededor de 12 000 trabajadores, armados con palas y picos.
Por aquel momento las condiciones financieras, sociales y de empleo de estos trabajadores eran muy buenas y poco usuales. Para mantener su fuerza de trabajo Riquet pagaba a sus trabajadores muy generosamente, dándoles  beneficios nunca antes permitidos, como el hecho de no trabajar en los días de lluvia, domingos y días festivos pagados, y también baja por enfermedad. El contrato de trabajo en el  Canal du Midi  era individual y de contratación libre. El salario era el doble de los salarios agrícolas de la época.
Por cierto, para pasar del río al canal hay que usar una esclusa. Aquí todos los pasajeros muy expectantes con su apertura:






Aquí también se puede vivir en un peniche, miren una buena colonia...


Donde el barco da la vuelta para regresar, nos mostraron este sobre relieve, de llamar la atención.
Bueno, ya no los lleno de agua, paso a enseñarles un poco de la ciudad, pero antes algo de historia también:

Toulouse es una ciudad del sur de Francia, capital del departamento del Alto Garona y de la región Occitania, así como la capital histórica de la provincia del Languedoc. Con 458 298 habs. en 2013 es la cuarta más poblada del país, por detrás de ParísMarsella y Lyon.​
Su área urbana (contando los suburbios), con 1,312,304 habitantes,​ es también la cuarta mayor de Francia y la primera en crecimiento demográfico. Es atravesada por el río Garona (en francés: Garonne) y en su casco urbano (Port de l'Embouchure) se produce la confluencia de los canales de MidiBrienne y lateral de la Garona. Está localizada al suroeste del país , entre el Mediterráneo (Gruissan) y el océano Atlántico (Capbreton), a 90 km de los Pirineos españoles.
Recibe el apodo de Ciudad Rosa por el color dominante en los edificios antiguos. Su altitud promedio es de 141 metros, el relieve es poco accidentado.
La plaza del Capitolio es imponente, y con el sol de la tarde el rosa luce aún más. 


Al día siguiente vimos el lugar lleno de jóvenes, (nos dicen que siempre está así). Es una ciudad viva, plena de estudiantes:




Ahora les comparto un par de callecitas, que tanto nos gusta recorrer:


Esta calle (Rue de Taur), que nos lleva a la iglesia de Notre Dame de Taur, une a la basílica de Saint Sernin con la Plaza del Capitolio.


La fachada de Notre Dame de Taur se extiende bastante hacia arriba, y tiene una historia interesante: Según la leyenda, la iglesia fue edificada en el lugar exacto donde encontraron el cuerpo de San Saturnino, obispo de Toulouse, que fue arrastrado por un toro salvaje en el año de 250, muriendo como mártir.

Aquí la iglesia por dentro, donde se puede ver la imagen que les platico arriba:


Como les decía, la basílica de San Sernín está al final de la calle y también vale mucho la visita.  Forma parte de los bienes inscritos en el Camino de Santiago en Francia, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998.
La construcción actual de la basílica fue decidida a finales del siglo XII. La capilla que se había construido en el siglo V, en el emplazamiento de la actual basílica, se había hecho demasiado pequeña para un número creciente de fieles. La basílica era entonces colegial, es decir, una iglesia con un colegio de canónigos dirigidos por un abad. Este último se oponía frecuentemente al obispo tolosano con la catedral de San Esteban mucho menos resplandeciente que la de San Sernín.
Toulouse recibía entonces la visita de numerosos peregrinos a través del camino de Santiago, el cual termina en la catedral de Santiago de Compostela o para venerar las reliquias de san Saturnino.



Aquí por dentro:



Y siguiendo con las construcciones religiosas, miren el Convento de los Jacobinos:

La iglesia fue construida en cuatro etapas a partir de 1230 que se prolongarían a lo largo de los siglos XIII y XIV. Fue durante la tercera cuando se acometió la construcción de la bóveda de 22 metros de altura, soportada por una columna estrellada de once brazos conocida como La Palmera. (Esta siguiente foto de la red):

Desde 1369 la iglesia de los Jacobinos es el lugar de reposo del teólogo y filósofo Santo Tomás de Aquino. Cuando los dominicos abandonaron el lugar en 1791 transportaron los restos del santo (que había sido miembro de su orden) a la cercana Basílica de San Sernín, retomando su lugar de veneración en 1974 al cumplirse el 7º centenario de su muerte.
En tiempos de Napoleón la iglesia fue confiada a los militares que establecieron en ella un cuartel de caballería y vertieron en su interior más de 5000 metros cúbicos de tierra para elevar el nivel del suelo. No fue hasta 1865 que el monumento dejó de ser posesión militar, cuando la alcaldía de Toulouse lo intercambió al Ejército por terrenos para construir nuevos cuarteles.
El conjunto de los Jacobinos experimentó una larga restauración en el siglo pasado, comenzada en 1920 y terminada en 1972. Actualmente la iglesia ha recuperado su esplendor con una fachada exterior hecha íntegramente en ladrillo (símbolo de la ciudad de Toulouse) que poco presagia la elegancia de las formas en su interior.


Me encantaron los vitrales, que están muy bien conservados:





El claustro está lleno de detalles y rincones preciosos:




Para no agobiarlos ya con tantos edificios, quiero platicarles que ahí conocí el significado de la palabra "pastel", hablando de los colores. Resulta que el "pastel" es una planta de la que se saca el color azul que le dio el nombre a los colores suaves. Así como el rojo se saca de la cochinilla del nopal, este tiene sus orígenes en esta planta, que viene de la región.

Todos los días se aprende algo nuevo. Mírenlo:


Bueno queridos, creo que otra vez me pasé de entusiasmo.
Besos de colores.


sábado, 18 de noviembre de 2017

Estocolmo

Queridos,

Este fue el último puerto que tocamos, y el que más nos gustó. Una vez más, conocimos la ciudad gracias al Turibús y al barquito, y luego nos bajamos en lo que nos pareció interesante.


Es una belleza, limpia, ordenada, colorida, elegante...

Un poco de historia:

Es la capital y ciudad más grande de Suecia.
La ciudad de Estocolmo es administrativamente un municipio de la provincia de Estocolmo, con una población de 1 372 565 habitantes (2012), 2,1 millones en su área metropolitana. En el índice global de las ciudades 2008, ocupa el puesto 24 en el mundo, el número 8 en Europa y el número 1 de toda Escandinavia.
Estocolmo es a menudo conocida por su belleza, sus edificios y arquitectura, su agua limpia y abierta y sus numerosos parques, jardines y canales. Forma parte del grupo de ciudades conocidas vulgarmente como las «Venecias del Norte». Como capital del Estado, Estocolmo es la sede del Gobierno, el Parlamento (Riksdag), el Tribunal Supremo de Justicia (Hōgsta Domstolen). Alberga también el Palacio de Drottningholm, residencia oficial y despacho del jefe de Estado, el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia. La ciudad fue premiada con el título Capital Verde Europea 2010.

Uno de los edificios hermosos es el Palacio Real:


El palacio de Estocolmo (en suecoStockholms slott) es la residencia oficial y el mayor de los palacios de la monarquía sueca. (La residencia privada de la familia real es el palacio de Drottningholm). El palacio de Estocolmo está situado en Stadsholmen (“isla de la ciudad”), en Gamla Stan (la ciudad vieja) en la capital, Estocolmo. Su vecino es el Riksdag o Parlamento Sueco. (Esta foto tomada de la red). Esta siguiente es mía.


Aunque sólo pasamos con el autobús, nos encantó la arquitectura del Museo Nórdico. Como tenemos ganas de volver a esta ciudad, ya tendremos oportunidad de entrar...


Algunas de las cosas que vimos desde el barco y no puedo decirles qué son, pero se las comparto:





El Museo Vasa (que tampoco visitamos) es algo muy interesante:


En él se puede ver un barco de guerra del siglo XVII (el Wasa) con una curiosa historia: se hundió recién acabado de construir, en 1628, a 1300 metros de los astilleros. La causa fue simplemente que el barco fue demasiado inestable para poder navegar (en todos lados se cuecen habas). Fue rescatado en 1961. Fabián y Fer lo visitaron y nos lo recomendaron mucho.
Dos cosas interesantes que aprendimos es que en Suecia el agua es limpísima, y que las personas que pasan frente a un sembradío pueden tomar la verdura o fruta que quieran, siempre y cuando no hagan destrozos...

Pues después del barco nos fuimos a la zona antigua de la ciudad, en el camino nos encontramos con un señor disfrutando eso de las aguas limpias, simplemente pescando:


y conforme caminábamos nos íbamos encontrando con esculturas o construcciones fascinantes:







Majestuoso, ¿verdad?

Y luego nos perdimos por las callecitas hasta encontrar un restaurante...

Y, como el que busca encuentra, dimos con uno pequeño en una esquina, que resultó una maravilla:

Miren estas tapas, con lasaña de ciervo, salami de jabalí, paté de salmón (que seguro el día anterior aún nadaba contra la corriente), y un "bocadillo" (esa especie de hot dog) exquisito... 
Comimos más de la cuenta y luego seguimos caminando para digerir un poco mejor. Al paso, encuentra uno los canales que no puede uno dejar de ver...
Frente a un café vimos que había muchos niños que se montaban en este león, yo eché a volar a mi niña, y también me subí para la foto:



De allí nos subimos al barco de nuevo, tristes de saber que se acababa la aventura, pero felices de llevar los ojos tan llenos de belleza. Y al salir nos despidió este atardecer:

Así es la llegada y la salida, llenas de casitas aisladas unas de otras, dignas de cuento.
Con esto, queridos, termina el relato de este viaje que recomiendo ampliamente a quien quiera llenarse el corazón de alegría.

Besos marinos.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Museo Hermitage

Queridos,

Y seguimos en Rusia. Esta vez llegamos a San Petersburgo. Aquí, dado que no teníamos visa, sólo podíamos pasear con un guía (que iba pendiente de todos), y decidimos entrar al Hermitage. Nuestro segundo paseo iba a ser una cena en el barquito que nos llevaba por las principales atracciones cerca del río, pero por razones desconocidas cancelaron este tour, así que al final fuimos dos veces al museo. La primera vez, y por una gran suerte,  estaba cerrado al público, y lo abrieron sólo para nuestro grupo.
El segundo día por comparación pudimos darnos cuenta del privilegio que eso representó. Por otro lado, y como sólo podíamos visitarlo acompañados por el guía, el recorrido tocaba los "high lights", de manera que vimos lo que ellos decidieron. Pero aún así nos mostraron cosas hermosas.

Un poco de historia:
Su nombre significa "Refugio del Ermitaño". Es una de las mayores pinacotecas y museos de antigüedades del mundo. La colección del museo ocupa un complejo formado por seis edificios situados a la orilla del río Neva, siendo el más importante de estos el Palacio de Invierno, residencia oficial de los antiguos zares
Aquí una imagen del Palacio, tomada de la red:


El resto del complejo arquitectónico lo forman cinco edificios, entre los que se encuentran el Palacio Menshikov, el Edificio del Estado Mayor y un recinto para almacenamiento abierto. El museo se formó con la colección privada que fueron adquiriendo los zares durante varios siglos, y no fue sino hasta 1917 cuando fue declarado Museo Estatal.
Su colección, formada por más de tres millones de piezas, abarca desde antigüedades romanas y griegas, a cuadros y esculturas de la Europea Occidental, arte oriental, piezas arqueológicas, arte ruso, joyas o armas. Su pinacoteca está considerada una de las más completas del mundo.


Ya el pasillo de entrada nos muestra esplendor...


y sólo mejora...


Nos llevaron a una exposición temporal de trajes en la época imperial:




Ya me puedo imaginar lo que era ir caminando dentro de algo así...




Este candelabro, de unas cuantas toneladas, subía y bajaba para encender las velas, un sistema muy avanzado para la época.

Miren el detalle de estas puertas de carey y oro:


Algunas obras hermosas que vimos en la pasada...





Esta me sorprendió, ¡ estaba debajo de una mesa ! que seguramente en los eventos tendría mantel...

Vimos varias maravillas de Rembrandt (una cantidad sorprendente, como en ningún otro museo), entre ellos este cuadro, El regreso del hijo pródigo, que hace años quería ver.




Otro, que sólo muestra el maravilloso manejo de la luz que tenía este enorme pintor:


Retrato de anciana.


Este, de Constantino Van Resen, El desprecio de Hagar, de la misma época y escuela de Rembrandt.

También vimos varios de "La Vedutta", una época en Venecia donde la pintura adquirió una exactitud formidable, gracias a que se hacían con una Cámara Oscura, que reflejaba la imagen a través de espejos, sobre un papel blanco, en la que casi se calcaba la imagen, para luego darle color. Algunos de sus representantes fueron Antonio Canal (Canaletto), Francisco Guardi y Bernardo Bellotto. (He abordado el tema de la Vedutta antes, porque me apasiona). Aquí algunas de las obras:


Este de arriba, de Canaletto, La recepción del embajador francés en Venecia, de 1774. Ojalá puedan apreciar los detalles, dan una idea clara de lo que era la vida de la época.

Abajo, de Bernardo Bellotto, Pirna, desde el costado derecho del Elba, de 1768.



Este de abajo, también de Bernando Bellotto, El Nuevo Mercado en Dresden. de 1761. Algo interesante que supimos es que, dada la destrucción total de Dresden en la Segunda Guerra Mundial, fue gracias a los cuadros de la Vedutta, que se pudo reconstruir.




Otras obras que nos impresionaron mucho fueron estos cuadros, hechos a base de pequeños mosaicos:


Este de arriba, Gruta en Tivoli, de Giacomo Raffaelli, 1817 (?).



Este, Templo en Tivoli, del mismo autor y año, (el año con la misma duda).



De este de arriba no tomé la ficha.

Nos llevaron también a la Sala dorada, que tiene una colección de joyas inigualable, pero no permitían fotos.

El guía nos hizo ver que esta figura se parece mucho a Putin (y aunque no lo crean, ¡¡ sí fue el guían el que nos lo mostró !!)



Gozamos la visita, aunque como les decía, el segundo día ya no íbamos tan solos...


De regreso, paramos en una enorme tienda de artesanía rusa, donde abundan las pieles, el ámbar y por supuesto, las famosas Matrushkas, que me hicieron pensar mucho en Moni...


Fue muy interesante ver cómo las pintan.

Ya de regreso comprobé que los perritos peinados se encuentran en cualquier lado del mundo:


Besos de arte.