Después de año y medio de no verla, nos visitó Mariana. Ya se imaginarán la alegría. Pasamos la Nochebuena con Juan Carlos y Paula. Hacía muchísimo tiempo que no estábamos juntos todos los que estuvimos.
¡Yo feliz con mi niña!
Ya se hizo tradición para nosotros pasar el 25 con los primos de Montreal, con el cappelleti, que este año confeccionaron sin nosotros, pero lo disfrutamos igual.
Para Ramón el cappelleti es su infancia, y el recuerdo de esta hermosa familia, así que cada cucharada es oro...
El 28 hicimos nuestro tradicional Eggnog, esta vez bastante disminuido de personas, y la calidad no fue la misma, pero igual fue lindo compartir con nuestros amigos de acá.
Visitamos los dos museos que nos encantan, el de Bellas Artes y el de la Historia Canadiense, en el primero vimos de nuevo la exposición de Monet.
Por supuesto, la foto de la historia, en el puente Argenteuil...
La llevé a conocer la capilla Rideau, con esa bellísima exposición de Janet Cardiff, de 40 voces simultáneas grabadas una por una, y que hacen de escuchar, una experiencia única. Les comparto un minutito:
https://youtu.be/w88TQQIoAlk
Fuimos también a la exposición de los Inuits, y tenían piezas nuevas, esta vez les comparto unas miniaturas:
Los gansos están hechos en marfil y miden ¡dos milímetros!
Esta, en jade y marfil, tiene el mismo tamaño que el anterior.
Al salir nos encontramos con el árbol de Navidad natural más grande que habíamos visto:
Paseamos por la orilla del río, desde Ottawa, y Mariana tomó esta foto, de la riviera del río Outaouais, desde un bonito mirador:
En el Museo de la Historia Canadiense, hay una exposición sobre los vikingos, que nos dejó un muy buen sabor de boca. Les comparto un poco de historia:
Si bien existen referencias vagas a pueblos germanos del mar Báltico y Escandinavia, en las fuentes latinas, sus ataques y su aparición en la escena política europea cobran relevancia con el saqueo del monasterio de Lindisfrane en 793 en el norte de Gran Bretaña, al que pronto siguieron ataques a otros monasterios.
Las crónicas de los dos siglos siguientes están repletos de relatos terribles. Su actuar violento aterrorizó a las antiguas comunidades, que, aunque acostumbradas a la guerra, no tenían forma de prever cuándo habría una incursión y sufrían una carencia de poderes fuertes en los comienzos de la Edad Media.
Durante los siglos siguientes, los vikingos y sus descendientes tuvieron gran influencia en la historia europea. En las islas británicas gobernaron durante muchos años, hasta ser finalmente derrotados por los normandos, descendientes de vikingos que habían recibido tierras en Normandía (Francia).
En Italia fundaron el reino normando de Sicilia e incluso llegaron a influir con sus incursiones en el Califato de Córdoba y en el Imperio Bizantino. A través de los ríos del norte intervinieron repetidas veces en el mar Báltico y en Rusia, cuyos primeros estados (la Rus de Kiev) aparecen vinculados a
aventureros vikingos.
Hay algunos mitos interesantes, como el hecho de que eran enormes (no lo eran, el promedio de talla en los hombres era 1.70 y en las mujeres 1.60), por la fuerza de sus ataques, simplemente lo hacían por sorpresa y eran muy violentos.
Otro mito eran los cuernos de sus cascos, no era cierto, pero sí usaban los cuernos como copas para beber. Lo demás lo hicieron los chismes...
La forma de sus barcos y sus velas (como la foto de abajo), y la coordinación de sus remeros les dieron una gran ventaja en sus conquistas, eran más rápidos y atacaban casi siempre de noche.
Por cierto, nos gustó esta escultura, hecho con clavos de una de sus embarcaciones, imitando la forma del barco (visto desde atrás, como la foto de más abajo).
Llegaron a Canadá y se establecieron por unos años, pero luego volvieron a la Península Escandinava y dejaron sus viviendas abandonadas allí, en un lugar mítico que por años se llamó Vinlandia, en el este de Canadá, cerca de la Península del Labrador.
Usaban las conchas como moneda, aunque después tuvieron de plata, que fue importante para ellos.
Hermosos collares, podrían estar en Tane...
Luego caminamos por todo el museo, bien divertidas...
La última noche la llevamos a visitar la UNAM, con la ciudad ya toda nevada. Aunque la luz no ayudó, los dejo con la foto de Mariana y Ramón, la despedida.
Besos de fin año, con nuestros mejores deseos.
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