Después de varios meses vuelvo a las andadas.
Como dejé la cuenta "dormida" hubo problemas en la computadora y hasta hoy pude volver a acceder a mis fotos.
Les debo, y seré responsable, varias reseñas de un viaje relámpago que hice a París hace más de un mes, pero hoy quiero reanudar las entregas con un taller que nos ofrecieron Mariana y Nico (mi hija y su esposo francés) de quesos artesanales.
La idea era, en un fin de semana en el campo, aprender a hacer queso Mozzarella y Oaxaca. El primer grupo fue un éxito. Éramos 15 personas trabajando, y un abuelo solidario cuidando a su nieto para que su hijo pudiera tomarlo.
El lugar estaba listo para recibirnos:
Mientras Nico nos daba la teoría,
Mariana preparaba los aperitivos:
El proceso lleva más tiempo, pero Nico lo aceleró un poco para poder llevarnos la experiencia completa y por supuesto, cada uno nuestro queso a la casa.
El trabajo se hizo en dos equipos.
A cual más de contentos:
A la leche se le adiciona un cuajo, y cuando queda claro que la leche está cuajada:
Se hacen cortes:
Tiene que moverse constantemente para no perder el proceso:
Luego pasamos al escurrido,
y exprimido:
En el caso del queso Oaxaca, es preciso desmoronar el cuajo, antes de pasar a los hilos:
Aquí estirando el queso antes de empezarlo a enredar:
Aquí un video de cómo se forma el Mozzarella:
Luego hay que salar el queso. Debe hacerse con sal no yodada, porque el yodo acaba con el proceso de fermentación.
Aquí Francisco, el abuelo solidario, que jugó con su nieto amorosamente todo el fin de semana:
La parte de la historia de los quesos corrió a cargo de Mariana:
Después de unas horas de trabajo, tuvimos "recreo":
Jugamos Petanca (un juego europeo con canicas gigantes):
Y luego por supuesto bohemia al pie de la fogata:
El taller fue un éxito.
Y dado que no siempre es fácil trasladarse al campo, el taller será itinerante, y durará 5 horas. Si alguien se apunta, avisen.
Besos gourmets.
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